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El ciclo de la lluvia ácida

La lluvia ácida es el resultado de la combustión de combustibles fósiles que contienen impurezas de azufre. Su quema libera dióxido de azufre (SO2) en el aire. Una vez liberado, el dióxido de azufre encuentra partículas que catalizan su reacción con los radicales hidroxilos (OH·). El resultado de esta reacción se mezcla con los núcleos de agua condensada en las nubes y produce ácido sulfúrico y ácido sulfuroso. Estos ácidos rebajan el pH de las nubes de lluvia, lo cual acaba provocando la lluvia ácida.

La lluvia ácida suele tener un pH aproximado de 4, mientras que la lluvia normal tiene un pH aproximado de 5 a 5,5. Puesto que la escala del pH es logarítmica, la lluvia ácida es diez veces más ácida que la lluvia normal. Esta diferencia explica por qué la lluvia ácida es tan destructiva y causa daños tanto a estructuras naturales como a las creadas por el hombre. Además, desequilibra los ecosistemas y envenena las fuentes de agua bajando drásticamente su pH, lo cual permite que los compuestos tóxicos de aluminio se infiltren en ellas.

El ciclo de la lluvia ácida

Imagen: El ciclo de la lluvia ácida. Al quemar combustibles fósiles, se libera dióxido de azufre, SO2. El dióxido de azufre reaccione con radicales en la atmósfera y se mezcla con agua, lo cual forma la lluvia ácida.