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Ántrax

El ántrax, conocido como Bacillus anthracis, es una bacteria gram positiva con forma de bastón muy conocida por haber sido utilizada en ataques terroristas en el pasado, aunque se encuentra en el suelo en estado natural.

El ántrax está clasificado como un patógeno del grupo de riesgo 3 debido a su capacidad para causar enfermedades y a su potencial para propagarse dentro de una comunidad. Si la enfermedad no se trata, todos los tipos de ántrax pueden causar la muerte. Sin embargo, se suele disponer de profilaxis y tratamientos efectivos.

El ántrax se ha empleado como arma biológica por su capacidad para formar esporas altamente resistentes al calor, al secado y a los desinfectantes comunes, como el etanol al 95 %, que es el desinfectante más utilizado en laboratorios de bioseguridad de nivel II.

Vista microscópica de Bacillus anthracis teñido con Gram. Las bacterias coloreadas de morado tienen forma de bastones finos y se conectan entre ellas formando una estructura con aspecto de cadena.

Figura. Tinción de Gram de Bacillus anthracis.

El ántrax se propaga de manera indirecta a través de sus esporas, que los animales pueden coger del suelo al pastar. Si consideramos su uso como arma, las esporas se transportan con facilidad y pueden propagarse por medio del contacto directo. Además, también son lo suficientemente ligeras como para propagarse a través del aire.

La Bacillus anthracis puede producir toxinas muy tóxicas para el cuerpo humano que causan enfermedades muy graves y, finalmente, la muerte. Además, la presencia de una cápsula poliglutámica dificulta la lucha del sistema inmune contra esta bacteria. Afortunadamente, el ántrax se transmite de persona a persona en contadas ocasiones.