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Resistencia a antibióticos

La resistencia a antibióticos es el proceso por el que las bacterias (generalmente infecciosas), se vuelven capaces de resistir los efectos de un fármaco específico o una clase específica de fármacos.

Se suele producir cuando un microbio se expone a concentraciones subletales de un antibiótico específico. Debido a la presión selectiva, los microbios supervivientes pueden desarrollar mecanismos de resistencia a lo largo de varias generaciones a través de mutaciones en su ADN.

Estos mecanismos de resistencia se pueden clasificar en cuatro categorías:

  1. La alteración del objetivo principal del antibiótico, como la transpeptidasa por resistencia a la ampicilina.

  2. La inactivación del compuesto antibiótico en sí, como la producción de enzimas betalactamasas para degradar penicilina G dentro de la célula.

  3. Evitar que el antibiótico llegue al objetivo reduciendo la permeabilidad de la membrana o utilizando bombas de expulsión activa para mantener el fármaco fuera de la célula, como se observa, por ejemplo, contra la ciprofloxacina.

  4. El uso de vías metabólicas alternativas para compensar la acción del antibiótico y asegurar la supervivencia del organismo.

Una cuestión de especial preocupación es la transmisión de estas resistencias a los fármacos entre especies. Una cepa bacteriana resistente a los fármacos puede transferir el gen de resistencia a otras cepas de la misma especie o a individuos de una especie completamente diferente que nunca han estado expuestos al fármaco. De esta forma, la resistencia a los antibióticos puede extenderse y afectar a terapias de antibióticos enteras.

La acumulación de genes de resistencia antibiótica lleva a la aparición de «superbacterias», cepas bacterianas inmunes a todos los tratamientos, excepto a los más drásticos.

Para superar la resistencia a los antibióticos, la estrategia actual es descubrir nuevos antibióticos con modos de acción novedosos o el uso de «cócteles» con diferentes antibióticos, suponiendo que una bacteria puede sobrevivir a uno, pero no a dos o tres antibióticos al mismo tiempo.

En el laboratorio, los genes de resistencia antibiótica son una importante herramienta para seleccionar células transformadas en el campo de la ingeniería genética.