Funciones de los anticuerpos
Los anticuerpos participan en:
Inmunidad humoral
Los anticuerpos son la base funcional de la inmunidad humoral. En la respuesta inmune humoral, las células B producen anticuerpos. Estos anticuerpos destruyen patógenos y evitan la propagación de la infección intracelular. Los anticuerpos se pueden encontrar en la sangre, en las secreciones gástricas y mucosas, y en la leche materna.
Inmunidad pasiva
Los anticuerpos se pueden transferir de un individuo a otro para proteger de forma temporal a este último ante una enfermedad infecciosa. Esto se conoce como inmunidad pasiva.
Opsonización
Los anticuerpos, presentes en los fluidos corporales anteriormente mencionados, pueden unirse a patógenos que expresan antígenos ajenos y marcarlos para destruirlos mediante fagocitosis antes de que puedan infectar nuestras células. Esto recibe el nombre de opsonización.
Neutralización
La neutralización tiene lugar cuando los anticuerpos bloquean los sitios clave de un patógeno y evitan así la entrada del patógeno y la infección en las células huésped.
Fijación del complemento
En un proceso llamado fijación del complemento, los anticuerpos IgM e IgG se unen a antígenos ajenos y proporcionan sitios a los que se unen las proteínas del complemento. Esta combinación de anticuerpos y proteínas del complemento mejora la opsonización.
Ver también: Anticuerpos