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Conjugación

La conjugación es una transferencia de ADN entre células a través de contactos físicos mediante los pili o la adhesina. En la conjugación intervienen una célula donante (F+) y una célula receptora (F-). La célula donante tiene que ser portadora de los genes que codifican la maquinaria (por ejemplo, los pili sexuales) necesaria para llevar a cabo el contacto de célula a célula. En la mayoría de los casos, estos genes están codificados en el plásmido de conjugación o fertilidad (F).

Las bacterias gram negativas realizan principalmente la conjugación mediante pili sexuales, mientras que las gram positivas suelen generar moléculas pegajosas en su superficie para unir dos células.

La conjugación consta de varios pasos.

En primer lugar, una célula donante, que contiene el plásmido de conjugación, entra en contacto con una célula receptora, que no contiene el plásmido de conjugación. A continuación, el plásmido se replica durante la transferencia de una copia monocatenaria del ADN del plásmido a la célula receptora. Las enzimas de la célula receptora sintetizarán una cadena complementaria para el ADN del plásmido transferido.

Dos células bacterianas en proceso de conjugación. La célula de la izquierda tiene un cromosoma azul oscuro y dos plásmidos circulares rojos. La célula de la derecha tiene un cromosoma azul claro y está en proceso de adquirir el plásmido rojo de la célula de la izquierda, señalado por una flecha que viene de la célula de la izquierda, a través del pilus sexual que está uniendo las dos células, señalando hacia el plásmido rojo que entra en la célula de la izquierda

Figura 1: La conjugación implica que las donantes portadoras de factores F (células F+) transfieren el plásmido a las células receptoras (células F-), que se convierten en células F+ como resultado.

En algunas células portadoras de factores F, el factor se integra en los cromosomas, convirtiendo las células F+ en células Hfr (del inglés high frequency of recombination o alta frecuencia de recombinación).