Contaminación biológica
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los investigadores que emplean el cultivo celular es la contaminación biológica. Puede ocurrir por otras líneas celulares o microorganismos que se utilicen para la investigación, bacterias, levaduras y virus medioambientales.
Es imposible evitar la contaminación completamente, pero utilizar la técnica aséptica e identificar las fuentes principales de contaminación puede reducir el riesgo.
La contaminación suele ser fácil de distinguir al observar el cultivo celular bajo el microscopio. Aunque se puede seguir un proceso de descontaminación, en caso de contaminación lo más seguro y conveniente es tirar las células y comenzar un nuevo cultivo.
Figura 1: Ejemplos de progresión de la contaminación bacteriana. (A) Células no contaminadas; (B) Contaminación inicial; (C) Células contaminadas.
Figura 2: Células saludables (A) y células contaminadas (B)
Antibióticos en cultivo celular
Los antibióticos solo deben usarse cuando sea necesario y durante periodos cortos de tiempo, y deben retirarse del cultivo lo antes posible. No se recomienda el uso continuo de antibióticos en cultivos celulares, puesto que favorece el desarrollo de líneas resistentes al antibiótico y permite que persista la contaminación de bajo nivel, que puede producir contaminación una vez que el antibiótico se retire de los medios, además de esconder infecciones por micoplasmas. Además, existe el riesgo de que algunos antibióticos reaccionen con las células e interfieran en los procesos celulares que se investigan, o en los compuestos que se están analizando.