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El modelo de Bohr

Bohr ganó el Premio Nobel de Física por su contribución a nuestra comprensión de la estructura de los átomos y cómo esta se relaciona con el espectro de emisión. Bohr asumió que un electrón que orbita alrededor del núcleo normalmente no emite ninguna radiación (hipótesis del estado estacionario), pero que si se mueve a una órbita distinta, emite o absorbe un fotón. Entonces, la energía absorbida o emitida mostraría las diferencias entre las energías orbitales de acuerdo con esta ecuación:

El valor absoluto la variación de energía es igual al valor absoluto de E mayúscula subíndice F menos E mayúscula subíndice i. Esto es igual a h multiplicado por v, que es igual a h multiplicado por c dividido entre lambda.

En esta ecuación, h es la constante de Planck y Ei y Ef son las energías orbitales inicial y final, respectivamente.

El modelo de Bohr para el átomo de hidrógeno proporciona información sobre el comportamiento de la materia a nivel microscópico, pero no tiene en cuenta las interacciones electrón–electrón de los átomos con más de un electrón. No obstante, incluye varias características importantes de otros modelos utilizados para describir la distribución de los electrones dentro del átomo.

El modelo de Bohr explicaba los datos experimentales en relación con el átomo de hidrógeno y fue ampliamente aceptado, aunque también provocó muchas dudas sobre los siguientes aspectos: (1) si los electrones se mueven alrededor del núcleo en una órbita circular, (2) si el momento angular de un electrón al moverse por la órbita está cuantificado y (3) si el electrón emite o absorbe un fotón al moverse a una órbita diferente.