Músculos que se usan para respirar
Hay tres grupos principales de músculos que necesitamos para respirar:
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Diafragma: Localizado debajo de los pulmones, abarca todo el tronco y desempeña un papel esencial en el sistema respiratorio. Las contracciones del diafragma provocan un aumento del espacio y un descenso de la presión en la cavidad torácica, una zona hueca rodeada por las costillas, la columna vertebral y el esternón; esto permite que los pulmones se expandan y lleven a cabo la inspiración. Durante la espiración, el diafragma se relaja, los pulmones se repliegan hasta alcanzar su volumen original, el tamaño de la cavidad torácica disminuye y el aire sale. En las mujeres embarazadas, el diafragma se ve empujado 4 cm hacia arriba debido al crecimiento del útero, lo que evita que los pulmones se expandan hasta su máxima capacidad.
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Músculos intercostales: Los músculos que están entre las costillas ayudan en la respiración. Durante la inspiración, se contraen y ayudan a elevar las costillas y el esternón. Esto hace que la cavidad torácica se expanda, pues las costillas se elevan y se doblan. Durante la espiración, los músculos intercostales se relajan, lo que hace que la caja torácica se repliegue y la cavidad torácica encoja.
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Músculos pectorales: Hay tres tipos: los músculos intercostales externos (el músculo más superficial de los músculos intercostales), los músculos intercostales internos y los músculos intercostales íntimos. Todos ayudan a elevar la caja torácica durante la inspiración.
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Músculos accesorios: Son los músculos que se usan en la espiración activa. Algunos de ellos son los escalenos, el pectoral mayor, el trapecio y los intercostales externos.
Figura 1: Vista general de los principales músculos que participan en la respiración.