Salpicaduras químicas
A diferencia de lo que ocurriría con un vaso de agua, las salpicaduras químicas han de manejarse con cuidado. Si ocurren, es importante mantener la calma, avisar a todos los que estén cerca y analizar la situación. Es crucial saber qué sustancia química se ha derramado y qué peligros entraña antes de comenzar cualquier estrategia de limpieza.
Dependiendo de la cantidad y el tipo de sustancia química en cuestión, las salpicaduras pueden considerarse menores o mayores:
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Salpicaduras menores: aquellas que pueden limpiar los miembros del personal de laboratorio sin ponerse en riesgo a ellos mismos o a otros.
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Salpicaduras mayores: implican una gran cantidad de sustancia química o reactivos altamente peligrosos. Asegúrate de evacuar el laboratorio y contactar con el personal de emergencia apropiado.
Si la salpicadura química cae sobre una persona, llévala de inmediato a la estación de seguridad y lava el área afectada abundantemente. Retira la ropa afectada para evitar una mayor exposición.
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