Espirometría cerrada
Los sistemas de espirometría cerrada son contenedores herméticos en los que se coloca el espécimen que se quiere estudiar. A medida que pasa el tiempo, se consume el oxígeno que hay en la cámara y aumentan los niveles de dióxido de carbono. Esta es la principal diferencia con respecto a las cámaras de espirometría abierta.
El espirómetro cerrado más sencillo consiste en un contenedor sellado con el espécimen vivo dentro y una sustancia que absorba el dióxido de carbono producido durante la respiración (normalmente un algodón empapado con hidróxido de potasio). De este modo, las bajadas de presión en la cámara pueden atribuirse a la caída de la presión parcial de oxígeno en el contenedor.