Enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune provocada por el gluten.
El gluten es una proteína que se encuentra en los cereales, como el trigo, la cebada y el centeno. El gluten aglutina las fibras de almidón y le da a la masa su elasticidad y masticabilidad. En personas con predisposición genética, el gluten se reconoce como un antígeno y desencadena una respuesta inmunitaria. Los linfocitos migran al epitelio del intestino delgado e inician una reacción inflamatoria. Si la persona continúa consumiendo gluten, el intestino permanece inflamado de manera crónica. Esto conduce a la contracción de las vellosidades y a la disminución de la superficie del intestino delgado.
Los pacientes sufren de estreñimiento, diarrea, anemia o fatiga crónicos, y los niños no se desarrollan bien. El daño inducido en el revestimiento intestinal permanece durante mucho tiempo y el único tratamiento eficaz es una dieta sin gluten. La intolerancia al gluten no se diagnostica en la mayoría de los pacientes, por lo que se desconoce cuántas personas se ven afectadas por ella. Algunos estudios recientes estiman que alrededor del 1 % de la población de los países occidentales padece celiaquía.
Figura 1: Progresión de la inflamación crónica del intestino delgado: (0) vellosidades sanas, (1) los antígenos desencadenan la infiltración de linfocitos, (2) los linfocitos aceleran la respuesta inmunitaria, (3) las vellosidades se encogen, (4) la superficie del intestino delgado se reduce.