Los láseres en la microscopía confocal
La microscopía confocal necesita una iluminación intensa y casi monocromática, que es proporcionada por un láser.
Algunos láseres pueden resultar peligrosos, por lo que se clasifican según su longitud de onda y su potencia, siendo los de clase I los menos potentes y los de clase IV, los más penetrantes.
Los láseres utilizados en los microscopios confocales son de clase IIIB, lo que significa que pueden ser peligrosos si se exponen los ojos directamente a ellos. El reflejo del láser en superficies mates no es dañino.