Enlaces covalentes
Los no metales forman enlaces covalentes (uniones moleculares) al compartir un par de electrones entre ellos. En el caso de la mayoría de los átomos, compartir un par de electrones en un enlace covalente les permite obtener una configuración estable, siguiendo la regla del octeto.
Si los dos átomos que se unen tienen electronegatividades diferentes, ello provocará que el par de electrones no se comparta equitativamente entre los dos átomos. Si la diferencia de electronegatividad es mayor de 0,4 en la escala de Pauling, el enlace se denomina polar. Si la diferencia es mayor de 1,7, el enlace se considera principalmente iónico. No obstante, no es una división estricta, sino una cuestión de si el enlace es predominantemente iónico cuando está por encima de 1,7.
Figura 1: Enlace covalente polar entre cloro e hidrógeno. La distribución de la densidad de los electrones en la molécula de HCI es desigual. Los símbolos δ+ y δ– indican la polaridad del enlace H–Cl.
El enlace covalente entre átomos puede ser un enlace σ (sigma) o π (pi), dependiendo de la hibridación de los orbitales que se unen.