Criopreservación

Las líneas celulares de cultivos continuos tienden a la deriva genética. Las líneas celulares finitas sufren de senescencia. Todos los cultivos celulares son susceptibles de contaminación microbiana e incluso los mejores laboratorios pueden sufrir fallos experimentales. Puesto que una línea celular establecida es un recurso valioso y sustituirla es un proceso caro y lento, es vital que se congelen y se preserven para su almacenaje a largo plazo.

El mejor método de criopreservación de los cultivos celulares es su almacenamiento en nitrógeno líquido en un medio completo con la presencia de un agente crioprotector, como el dimetilsulfóxido (DMSO). Los agentes crioprotectores reducen el punto de congelación del medio y permiten un ritmo de enfriamiento menor (1 °C por minuto), reduciendo significativamente el riesgo de formación de cristales de hielo, que pueden dañar las células y causar su muerte.

Recuerda congelar tu cultivo celular a una alta concentración y con un pasaje tan bajo como sea posible, y asegúrate de que las células sean viables al menos en un 90 % antes de congelarlas. Lleva siempre el equipo de protección individual puesto.