Desierto
Una de las características principales de los desiertos es la extrema escasez de precipitaciones en comparación con otros biomas; de hecho, es uno de los parámetros que los define. En el desierto de Atacama, por ejemplo, las precipitaciones no suelen superar 1 mm por año. Sin embargo, las temperaturas varían mucho, tanto dentro del mismo desierto como entre desiertos diferentes. Las oscilaciones de temperatura diarias son extremas: pueden ir de 40 ºC durante el día a -10 ºC durante la noche. Además, entre desiertos de lugares distintos puede haber grandes diferencias de régimen de temperaturas. Podemos clasificar los desiertos en calientes y fríos en función de su régimen de temperaturas.
Obviamente, la flora y la fauna de un desierto se ven afectadas por dicho régimen de temperaturas y las precipitaciones. Dado que el clima es muy extremo, la diversidad de especies de los desiertos es muy baja, y tanto la vegetación como los animales que predominan son de pequeño tamaño.