Desinfectante
Desinfectar significa eliminar los agentes biológicos a un nivel tal que ya no exista riesgo de infección y el objeto desinfectado pueda manipularse de manera segura.
La desinfección se realiza mediante desinfectantes químicos (ej. alcoholes o soluciones de yodo o cloro). Los desinfectantes químicos tienen distintas propiedades, y ninguno de ellos es eficaz en todas las situaciones. Cada microorganismo tienen un grado de resistencia distinto a diferentes desinfectantes químicos. Para elegir un desinfectante adecuado, deben tenerse en cuenta la identidad y la concentración de los microorganismos presentes, así como el grado de inactivación necesario. Las esporas y los priones tienden a ser muy resistentes a la desinfección química.
Ejemplos:
Etanol
El alcohol etílico (C2H5OH) y el 2-propanol (alcohol isopropílico, (CH3)2CHOH) tienen propiedades desinfectantes similares. Son efectivos contra bacterias vegetativas, hongos y virus con envoltura lipídica, pero no contra las esporas. Su efecto sobre los virus sin envoltura lipídica es variable. Para aumentar su eficacia, debe usarse en disoluciones con una concentración cercana al 70 % Vol. en agua.