Evolución divergente
Un ejemplo de evolución divergente son las formas de los órganos reproductores de las plantas con flores que comparten las mismas anatomías básicas; sin embargo, pueden tener una apariencia muy diferente como resultado de la selección en diferentes entornos físicos y de la adaptación a diferentes tipos de polinizadores.
Las plantas con flores evolucionaron a partir de un ancestro común. Fíjate en cómo la liátride (izquierda) y la equinácea purpúrea (derecha) varían en aspecto, cuando ambas comparten una morfología básica similar. (Fuentes: fragmentos de fotografías de Drew Avery y Cory Zanker, respectivamente)