Efecto Doppler
El efecto Doppler es el cambio en la frecuencia o la longitud de una onda conforme la fuente y el observador se acercan o se alejan el uno del otro.
El ejemplo del efecto Doppler que puede resultarnos más familiar es el de un coche con sirena que se acerca a un peatón. Cuando el coche se mueve hacia el peatón, el tono es más agudo, lo que quiere decir que aumenta la frecuencia de onda, mientras que, una vez que el coche pasa de largo y se aleja del peatón, el tono se agrava, lo que significa la frecuencia de la onda disminuye.
Una de las muchas aplicaciones del efecto Doppler es determinar la velocidad de un objeto en movimiento. Si se produce una onda y esta rebota sobre un objeto en movimiento, el cambio de frecuencia producido por el rebote puede usarse para determinar la velocidad del objeto en movimiento.
El efecto Doppler también tiene aplicaciones médicas. El cambio de frecuencia puede utilizarse para determinar la velocidad del flujo sanguíneo. Podemos producir una onda de ultrasonido que rebote en las muchas células que hay en la sangre y nos proporcione una medida precisa de la velocidad de la sangre en las venas y en las arterias. No obstante, si necesitamos hallar el flujo sanguíneo (por ejemplo, para calcular el gasto cardíaco), hay que multiplicar la velocidad por el área transversal del vaso sanguíneo. La velocidad se mide en
Imagen 1: Sección transversal de una arteria