Galvanizado
El galvanizado es el proceso por el que se baña un objeto con un metal. Puede realizarse mediante una electrólisis en la que el objeto que se quiere bañar actúa como cátodo y la fuente del metal para bañarlo puede ser o bien un ánodo metálico, o bien los iones metálicos del electrolito. Los iones metálicos positivos viajan desde el ánodo o el electrolito hasta el cátodo, en cuya superficie se depositan los iones metálicos. La configuración de esta celda electrolítica se muestra en la imagen 1.
Estos son algunos de los motivos por los que se galvanizan los objetos y ejemplos de su aplicación:
-
Mejorar el aspecto de un objeto (ej. joyería)
-
Proteger un objeto de la corrosión (ej. utensilios de cocina)
-
Darle a un material ciertas propiedades, como por ejemplo, alterar su conductividad (ej. piezas para los circuitos eléctricos de los dispositivos electrónicos)
Imagen 1: Celda electrolítica bañando una cuchara en plata
Existen algunos procesos similares al galvanizado: el electropulido, el electroformado y el electrotipado. Lo opuesto al galvanizado es el electropulido. En este proceso, se retiran los iones metálicos de la superficie de un objeto que actúa como ánodo. El electroformado y el electrotipado son procesos similares que sirven para fabricar objetos metálicos mediante electrólisis. La diferencia entre ellos es el cátodo que emplean.