C. elegans
El nematodo C. elegans es un organismo modelo muy importante para el estudio del envejecimiento, la genética, la neurociencia, la inmunidad innata, el desarrollo, la apoptosis (muerte celular programada) y la respuesta a los fármacos.
Es un organismo modelo ideal porque es pequeño, barato, su genoma está secuenciado, está bien estudiado y es fácil de propagar (períodos de generación cortos).
Reproducción
En C. elegans, el sexo se define por el número de cromosomas sexuales: un embrión con un solo cromosoma X (genotipo XO) se convertirá en un gusano macho, mientras que un embrión con dos cromosomas X (genotipo XX) será hermafrodita.
En condiciones normales, los machos solo representan alrededor del 0,1 % de la población, lo que se debe a la no disyunción de los cromosomas X. Sin embargo, en determinadas situaciones de estrés, como escasez de alimentos o calor, esta tasa aumenta.
Los hermafroditas pueden producir progenie por autofecundación o por reproducción sexual con machos. Durante la reproducción sexual, el número de machos es mucho mayor (50 %), ya que el esperma de los machos supera al de los hermafroditas. Además, un ejemplar hermafrodita inseminado por un macho puede poner hasta 1000 huevos, frente a los 300 que se consiguen con la autofecundación.
Ciclo vital
Figura 1: Ciclo vital de C. elegans.
Una vez que han salido del cascarón, los gusanos pasan por cuatro estadios larvarios (L1-L4) antes de convertirse en adultos. Completar un ciclo lleva aproximadamente 36 horas. En condiciones desfavorables (sobrepoblación, alimento insuficiente o estrés térmico), los gusanos L2 pueden entrar en la fase dauer (L2d), en la que el desarrollo se detiene hasta que las condiciones mejoren.