Reparación de extremos
El ADN fragmentado (fragmentado artificialmente o parcialmente degradado) suele tener extremos pegajosos, lo que implica que una hebra es más larga que la otra (véase la figura 1). El ADN con extremos pegajosos se unirá fácilmente a otro ADN con extremos pegajosos complementarios. Para evitar que el ADN con estos extremos pegajosos se empareje con otro ADN, es necesario crear extremos romos (véase la figura 1).
Figura 1: ADN de extremos romos con ambas hebras de la misma longitud frente a ADN de extremos pegajosos con una hebra más larga que la otra.
Enzimas de reparación de extremos
Para reparar el ADN con extremos pegajosos se suelen utilizar dos enzimas (véase la figura 2).
- Polimerasa: la polimerasa rellena las bases que faltan en la hebra desde la dirección 5' a la 3'. La cadena bicatenaria de ADN resultante tendrá la misma longitud que la cadena de ADN original más larga.
- Exonucleasa: la exonucleasa elimina los voladizos 3'. La doble cadena de ADN resultante tendrá la misma longitud que la cadena de ADN original más corta.
Figura 2: La polimerasa añadiendo nucleótidos en la dirección 5' → 3', y la exonucleasa eliminando nucleótidos en los voladizos 3'.
La reparación de extremos se utiliza en la preparación de muestras de NGS, y es esencial tener extremos romos para el siguiente paso de adenilación.