Estructuras genéticas de las poblaciones
La estructura genética se refiere a las frecuencias alélicas de una determinada población.
Si se observa el fenotipo, solo se puede determinar el genotipo de los alelos recesivos homocigóticos; los cálculos proporcionan una estimación de los genotipos restantes. Dado que cada individuo es portador de dos alelos por gen, si se conocen las frecuencias alélicas (p y q), predecir las frecuencias de estos genotipos es un simple cálculo matemático que permite determinar la probabilidad de obtener estos genotipos cuando se extraen dos alelos al azar del conjunto de genes. Así, en el escenario anterior, una planta individual de guisantes podría ser pp (YY), y por tanto producir guisantes amarillos; pq (Yy), también amarillos; o qq (yy), y por tanto producir guisantes verdes (figura inferior). En otras palabras, la frecuencia de individuos pp es simplemente p2; la frecuencia de individuos pq es 2pq; y la frecuencia de individuos qq es q2. Y, de nuevo, si p y q son los dos únicos alelos posibles para un rasgo determinado en la población, estas frecuencias genotípicas sumarán uno: p2 + 2pq + q2 = 1.
Cuando las poblaciones se encuentran en el equilibrio de Hardy-Weinberg, la frecuencia alélica es estable entre generaciones y la distribución de los alelos puede determinarse a partir de la ecuación de Hardy-Weinberg. Si la frecuencia alélica medida en el campo difiere del valor predicho, los científicos pueden inferir las fuerzas evolutivas que intervienen.
La diversidad genética de una población procede de dos mecanismos principales: la mutación y la reproducción sexual.
La evolución de las especies ha dado lugar a una enorme variación de formas y funciones. A veces, la evolución da lugar a grupos de organismos que se vuelven tremendamente diferentes entre sí. Cuando dos especies evolucionan en distintas direcciones a partir de un punto común, se denomina evolución divergente.