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Hipertensión

La hipertensión designa una presión arterial anormalmente alta. Se trata de una condición fisiológica en la que las paredes de las arterias están constantemente sometidas a una fuerza excesiva.

Causas, síntomas y complicaciones

Las causas de la hipertensión siguen sin estar claras, pero se ha demostrado que hay varios factores que empeoran esta patología o aumentan las probabilidades de padecerla. Estos factores son:

  • La edad
  • El grupo étnico y el historial familiar
  • La obesidad
  • El sedentarismo
  • Fumar y beber alcohol
  • La dieta
  • El estrés

El estándar médico para diagnosticar la hipertensión es una presión arterial de 130/90 mmHg (sistólica/diastólica) o superior sin realizar esfuerzo físico, en comparación con un nivel normal de 120/80 mmHg. Si la presión arterial alcanza un nivel de 180/120, esta patología se convierte en una crisis hipertensiva y requiere atención inmediata.

Los síntomas de la hipertensión no siempre son claros o visibles, pero esta patología puede causar daños a largo plazo. Las posibles complicaciones son:

  • Enfermedad renal
  • Mayor probabilidad de sufrir un ictus
  • Mayor probabilidad de sufrir un infarto
  • Aneurisma

Tratamientos

Hay una gran variedad de tratamientos en función de la gravedad de la condición y de cómo combinen con otros fármacos que esté tomando el paciente para otras patologías. No obstante, podemos clasificar los principales fármacos para la hipertensión en cinco categorías.

Diuréticos

Los diuréticos suelen ser la primera línea de tratamiento contra la hipertensión. Al facilitar la liberación de sales (como los iones de sodio) del cuerpo, desencadenan la secreción de un volumen mayor de orina, reduciendo así el volumen de la sangre y, como consecuencia, la presión arterial.

Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA)

Estos inhibidores bloquean las enzimas que convierten la angiotensina I en angiotensina II. La angiotensina II es una hormona que eleva la presión arterial al estrechar las arteriolas (vasoconstricción) y disminuir el gasto urinario.

Bloqueadores de los receptores de angiotensina

Estos compuestos bloquean los receptores de angiotensina II, lo que inhibe los efectos de esta hormona.

Bloqueadores de los canales de calcio

El calcio normalmente está más presente en la sangre que en las células, y la entrada de calcio a las células por estos canales provoca respuestas celulares. Si se bloquea un tipo de canal de calcio en el corazón, se reducen los niveles de calcio en las células cardíacas, lo que reduce la fuerza de las contracciones cardíacas y, como consecuencia, la presión arterial. Si se bloquea otro tipo de canal de calcio, se reducen los niveles de calcio en el músculo liso de las arteriolas, lo que hace que las arteriolas se ensanchen (vasodilatación) y, por lo tanto, disminuya la presión arterial.

Betabloqueantes

Estos fármacos bloquean los receptores beta de la epinefrina en el corazón, lo que reduce el ritmo cardíaco y baja la presión arterial.