Gases ideales
Experimentalmente, se ha llegado a la conclusión de que, para gases con baja densidad (aquellos cuyas moléculas ocupan una fracción ínfima del volumen total) y a temperaturas bastante superiores al punto de ebullición, la presión es proporcional a la temperatura.
Esta proporcionalidad es la base del termómetro de gas a volumen constante. Cuando la temperatura se mantiene constante, tanto la presión como la temperatura son proporcionales al número de moléculas.
Cuando las proporciones se combinan en una única ecuación, la constante de proporcionalidad es independiente de la composición del gas. La ecuación resultante para todos los gases es aplicable en el límite de baja densidad y alta temperatura. Un gas situado en este límite recibe el nombre de «gas ideal», y sigue la ley de los gases ideales, también conocida como «ecuación del estado de un gas ideal».