Presión intrapleural
Los pulmones son un par de órganos llenos de aire que, como los alvéolos, tienden a replegarse debido a las fibras elásticas de su tejido conectivo y a la tensión superficial de la película de fluido que recubre los alvéolos. Por otra parte, la pared torácica, que protege órganos vitales como los pulmones, tiende a expandirse, creando una presión negativa que hace de succión para los pulmones y los mantiene inflados. Así es cómo la presión intrapleural evita que los pulmones se replieguen libremente y, en consecuencia, colapsen. Justo al nacer, nuestra presión intrapleural es 0.
Figura 1: Ilustración de la cavidad pleural en la que se indica su presión.