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Preparación de muestras para microscopía de luz

Como resultado de la larga historia de la microscopía de luz y sus muchas aplicaciones, actualmente disponemos de innumerables técnicas para preparar las muestras. Algunos especímenes se pueden montar sin más en un portaobjetos.

Normalmente, es necesario completar varios pasos para conseguir resultados satisfactorios. La mayoría de estos métodos matan a las células, por lo que la microscopía de luz no es la ideal para visualizar procesos en células vivas. Los protocolos pueden variar dependiendo de la muestra y el microscopio que se vayan a utilizar. A continuación tienes el proceso genérico para la preparación de muestras histológicas.

Preparación:

  • Fijación. Los fijadores químicos conservan el tejido y evitan que se degrade. Además, ayudan a mantener la estructura de las células y sus componentes internos. El fijador más común para la microscopía de luz es el formol neutro al 10%.

  • Deshidratación. Se elimina el agua de la muestra para que no se mezcle con el medio de inclusión.

  • Inclusión. La muestra se incluye en una matriz sólida externa para hacer el corte más sencillo.

  • Corte. El espécimen se corta en secciones finas. El grosor de estas secciones dependerá de la muestra y de lo que se esté investigando. Para una histología rutinaria, las tiras deben tener un grosor de entre 2 y 5 micrómetros.

  • Montaje. Se coloca la muestra en el portaobjetos.

  • Tinción. La muestra se tiñe para añadir contraste y marcar las estructuras de interés.