Macromoléculas
Las macromoléculas son moléculas muy largas creadas mediante la polimerización de pequeñas unidades, denominadas monómeros. La mayoría de las macromoléculas están presentes en el día a día, por ejemplo, en la comida (aunque los ácidos nucleicos no son considerados macromoléculas de alimentos).
Hay muchos tipos de macromoléculas biológicas:
Todas las macromoléculas, excepto los lípidos, son polímeros. Un polímero es una molécula larga compuesta de cadenas de monómeros (figura 1A). Los monómeros son pequeñas moléculas que sirven como bloques de construcción de polímeros (figura 1C).
A mayores, en la naturaleza también hay oligómeros. Los oligómeros son complejos moleculares compuestos por unas pocas unidades de monómeros, al contrario que los polímeros, que son teóricamente ilimitados. Los dímeros y los trímeros son, por ejemplo, oligómeros compuestos de dos y tres monómeros, respectivamente, como la lactosa en la leche (figura 1B).
Figura 1: Ejemplos de polímeros, oligómeros y monómeros: A) Amilosa, un polímero presente en el almidón; B) Lactosa, un oligómero presente en la leche; C) Glucosa.
Sin embargo, en bioquímica, un oligómero suele hacer referencia a un complejo macromolecular formado por enlaces no covalentes de unas pocas macromoléculas, como son los ácidos nucleicos o las proteínas. Ejemplos claros de esto son los oligómeros relacionados con muchas enfermedades neurodegenerativas, como las agregaciones de alfa-sinucleína en el Parkinson.