Macrófagos

Estas células se encuentran de una forma u otra en casi todos los tejidos corporales. Esta familia de células tiene varios miembros especializados, y cada uno se encuentra en un órgano o parte del cuerpo en particular. Por ello, suelen recibir un nombre especial, por ejemplo, las células de Kupffer son un tipo de macrófago hepático especializado.

Fagocitosis

Todos los macrófagos son células fagocitarias que constituyen la primera línea de defensa innata contra patógenos invasores. Además de desempeñar su propio papel en la inmunidad innata, los macrófagos internalizan las células corporales dañadas, las células oncogénicas y los desechos extracelulares para procesarlos y eliminarlos, lo que ayuda, por lo general, a curar heridas y mantener la vitalidad y salud del cuerpo. Este proceso fagocitario también puede iniciarse por activación del sistema de señalización del complemento.

Presentación del antígeno

Una vez el patógeno fagocitado sea internalizado y digerido, sus antígenos se presentarán en la superficie celular del macrófago. Si la célula T virgen coincide con el antígeno presentado y se une a él, comenzará a proliferar, produciendo muchas células T auxiliares hijas (células TH1), con idéntica especificidad receptora.

Inducción de la inflamación

Los macrófagos desempeñan un papel importante en la creación de la condición inflamatoria que promueve la eliminación de los patógenos y la cicatrización de la herida. Estas células lo consiguen construyendo y secretando una serie de factores quimiotácticos («reclutamiento de células») y vasodilatadores («dilatación de vasos sanguíneos/generación de derrames»). Al secretarse dichas moléculas, se consiguen las cuatro señales clásicas de la inflamación:

• dolor, debido a la simulación de neuronas nociceptivas

• inflamación, debido a la acumulación localizada de células inmunes

• calor, proveniente del núcleo, como consecuencia del derrame de fluido desde los capilares hacia los tejidos extravasculares

• enrojecimiento, debido a la dilatación y agrandamiento de los capilares que se encuentran justo debajo de la superficie de la piel.