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Meiosis I

La meiosis, una división nuclear que forma células haploides, consta de dos etapas principales: la meiosis I 1 y la meiosis II.

Profase I1

Al principio de la profase I1, antes de que los cromosomas puedan verse claramente bajo el microscopio, los cromosomas homólogos están unidos por sus extremos a la membrana nuclear mediante proteínas. A medida que la membrana nuclear comienza a romperse, las proteínas asociadas a los cromosomas homólogos acercan los pares entre sí. Recordemos que, en la mitosis, los cromosomas homólogos no se emparejan.

El fenómeno del entrecruzamiento ocurre en la profase I1.

Prometafase I1

El evento clave en la prometafase I 1 es la unión de los microtúbulos de las fibras del huso a las proteínas del cinetocoro en los centrómeros.

Metafase I1

Durante la metafase I1, los cromosomas homólogos se disponen en el centro de la célula, con los cinetocoros orientados hacia polos opuestos.

Anafase I1

En la anafase I1, los microtúbulos separan los cromosomas que estaban unidos. Las cromátidas hermanas permanecen fuertemente unidas en el centrómero.

La primera imagen de la parte superior, llamada profase uno, presenta una esfera transparente con estructuras moradas, gruesas y en forma de bastón, repartidas al azar dentro de la esfera. Están rodeadas de una malla azul. La segunda imagen, llamada metafase uno, presenta la misma esfera, pero ahora las varillas moradas están todas alineadas horizontalmente en el centro, y la malla azul que las rodea es apenas visible. La última imagen, llamada anafase uno, presenta la misma esfera, pero ahora las estructuras púrpuras están divididas por la mitad, cada una de las cuales es arrastrada hacia el lado opuesto de la esfera. La malla azul es claramente visible, y algunos hilos están unidos a los bastones morados y son responsables de su división.

Telofase I 1 y citocinesis

En la telofase, los cromosomas separados llegan a polos opuestos.

El resultado final de la primera división meiótica son dos células haploides. Las células son haploides porque en cada polo solo hay un cromosoma de cada par de cromosomas homólogos. Por lo tanto, solo hay un juego de cromosomas. Debido a ello, las células se consideran haploides: solo hay un juego de cromosomas, aunque cada homólogo esté formado por dos cromátidas hermanas. Recordemos que las cromátidas hermanas no son más que duplicados de uno de los dos cromosomas homólogos (excepto por los cambios que se producen durante el entrecruzamiento). En la meiosis II, estas dos cromátidas hermanas se separarán, creando cuatro células hijas haploides.