Cultivo microbiológico

El cultivo es la práctica de hacer crecer microorganismos (como la levadura o las bacterias) en el laboratorio. Los nutrientes que necesitan los microbios los proporciona el medio de cultivo. Los microorganismos pueden cultivarse en un medio líquido o en un medio sólido al añadir agar, que le da al medio de cultivo una consistencia de gel. Cuando se cultivan microorganismos, es imprescindible una buena técnica aséptica para evitar la contaminación por agentes externos. Una técnica aséptica correcta también mantiene a salvo a las personas que trabajan en el laboratorio, lo que es de especial importancia cuando se trabaja con organismos patógenos.

Preparación de cultivos líquidos y sólidos

Para crear un cultivo líquido, se añade una colonia de una placa de agar a un medio líquido utilizando un asa de cultivo o se añade un volumen pequeño de cultivo líquido usando una pipeta. Para crear un cultivo sólido, se siembra una colonia en una placa de Petri que contenga un medio sólido (conocido como placa de agar) utilizando un asa de cultivo, o se añade un pequeño volumen de líquido a la placa y se extiende por la superficie utilizando una espátula. Hay que esterilizar todo el equipo antes y después de su uso.

Controles

Para garantizar el uso de una buena técnica aséptica, el mejor control negativo es un medio sin cultivar. Puesto que tanto el medio como el equipo deben ser estériles, la presencia de crecimiento microbiano en este control indica contaminación. Todo lo demás debe ser tratado de igual forma tanto en la muestra como en el control.