Oxoaniones y oxácidos del nitrógeno
El nitrato, NO3-, y el nitrito, NO2-, son los dos oxoaniones del nitrógeno más comunes. El nitrato es más estable que el nitrito. Esta diferencia de estabilidad es la razón por la que los nitratos son menos reactivos que los nitritos. Por tanto, los nitratos y los nitritos se emplean para fines muy distintos.
El nitrato, NO3-, es un oxoanión estable muy soluble en agua. La alta solubilidad de los nitratos hace que sean un componente muy importante de los fertilizantes, ya que las plantas pueden absorber fácilmente sustancias disueltas. El ácido que se genera a partir del nitrato se llama ácido nítrico, y su fórmula es HNO3. Como el nitrato es muy soluble, el ácido nítrico es un ácido fuerte. Por eso, el ácido nítrico se conocía también como «aguafuerte». Además, puede disolver la plata, pero no el oro, por lo que es capaz de separar estos dos metales preciosos, tal y como los alquimistas trataban de hacer con la piedra filosofal.
El nitrito, NO2-, es más reactivo que el nitrato. Tiende a reaccionar de maneras que inhiben el crecimiento bacteriano (sin formar sustancias muy nocivas en el proceso). Esta combinación de factores hace que sea útil para conservar alimentos; por ejemplo, para curar carnes. El nitrito da a la carne un agradable color rosado, así como un sabor salado. El ácido correspondiente al nitrito es el ácido nitroso, HNO2. Del mismo modo que el nitrito da un color rosado a la carne, el ácido nitroso produce distintos colores cuando se mezcla con moléculas orgánicas. Por eso, el ácido nitroso forma parte del reactivo de Liebermann, que se usa para la detección de drogas.