Fosforilación oxidativa
Las células vivas utilizan la fosforilación oxidativa para generar ATP.
El proceso de la fosforilación oxidativa implica la adición de un grupo fosfato usando oxígeno. Esto tiene lugar en una ruta metabólica compleja en la que participan numerosas enzimas y reacciones en pares.
La mayoría de los organismos aeróbicos, en los que se incluyen los eucariotas y la mayoría de los procariotas, usan oxígeno para obtener la energía almacenada en los transportadores de electrones NADH y FADH2 a través de la cadena de transporte de electrones. Esta reacción tiene lugar en la membrana mitocondrial interna y se emplea para generar el 90 % del ATP que se produce durante el catabolismo de la glucosa. Esta es la razón por la que las mitocondrias se consideran la «central energética» de la célula.
La fosforilación oxidativa depende de un proceso complejo llamado quimiósmosis y una enzima llamada ATP sintasa.