Experimento de reabsorción tubular
El objetivo de este experimento es medir el volumen de líquido que se reabsorbe a través de las paredes epiteliales del túbulo renal durante el proceso de filtración en el riñón.
El procedimiento consiste en perfundir el túbulo por un extremo con una solución salina y medir el volumen que se recoge en el otro extremo. La diferencia de volumen nos dirá si la solución salina de perfusión ha ganado o ha perdido volumen al viajar a lo largo del túbulo. En el experimento, el volumen perdido irá a la solución salina de disección que rodea el túbulo; sin embargo, en la vida real, el cuerpo lo reabsorbería de nuevo.
Con la ayuda de micromanipuladores y de un microscopio, se inserta una pipeta fina en cada extremo del túbulo. Una pipeta inyecta la solución salina de perfusión, y la otra, que es la pipeta colectora, se llena de aceite ligero de color rojo para que se distinga mejor el menisco que marca la división entre el aceite y la solución salina de perfusión que sale del túbulo.
No obstante, como es difícil medir con precisión volúmenes tan pequeños de líquido, hay que cuantificar estos volúmenes con un agente radioactivo que añadimos a la solución salina de perfusión y que el túbulo no puede reabsorber.
Si conocemos el volumen final recogido en la pipeta colectora (Vfinal) y la concentración inicial y final del compuesto radiactivo (Cinicial y Cfinal), usando la sencilla equivalencia Cinicial * Vinicial = Cfinal * Vfinal, podemos deducir el volumen inicial (Vinicial) necesario para alcanzar un Vfinal de 1 nanolitro en el tubo de extracción. Después, simplemente restando el volumen recogido (Vfinal) del volumen que entra (Vinicial), podemos medir cuánto volumen se ha perdido al viajar por el túbulo; esto constituiría la tasa de reabsorción (T).
Para calcular estas concentraciones Cinicial y Cfinal, se usa un contador de centelleo líquido que mide la radioactividad del compuesto en la muestra.