Redox
El término redox es una combinación de las palabras reducción y oxidación. Hace referencia a todas las reacciones que implican el transporte de electrones entre un dador y un aceptor.
El aceptor de electrones más común (agente oxidante) es el oxígeno molecular. La corrosión de los metales es el resultado de su oxidación por el oxígeno. A su vez, el oxígeno se reduce. El resultado es el orín en la superficie del objeto de metal.
Una molécula pierde electrones cuando se oxida y gana electrones cuando se reduce. Es fácil recordar los procesos utilizando la palabra GRuPO: Gana electrones, Reducción; Pierde electrones, Oxidación.
Cada transferencia de electrones de la cadena de transporte de electrones es una reacción redox. El dador de electrones (es decir, la plastoquinona) se oxida y el aceptor de electrones (es decir, el DCPIP) se reduce.
Cada reacción redox de la cadena de transporte de electrones es exotérmica. Esto quiere decir que la energía potencial de los electrones disminuye. La energía liberada por medio de estas reacciones se convierte en una forma distinta de energía.
En la fotosíntesis, por ejemplo, en el fotosistema II, la plastoquinona se reduce con dos electrones de alta energía, lo que provoca que se absorban dos protones del estroma. Cerca del complejo citocromo, la plastoquinona se oxida, porque los electrones son capaces de saltar a un estado de energía inferior. Imagínatelo como bolas que ruedan escaleras abajo. La plastoquinona es el escalón de arriba y el citocromo es un escalón más abajo. Si las bolas tienen la oportunidad de caer al escalón inferior, no volverán a subir. El sitio de reacción del citocromo está hacia el lado tilacoidal de la membrana. Por eso, los protones son liberados al interior del lumen tilacoidal; así, la energía se convierte en un gradiente de protones.