Embudo de separación
Función: el embudo de separación es un recipiente de cristal que puede colocarse en un soporte y se utiliza para separar dos fases líquidas entre sí. La separación puede utilizarse para llevar una sustancia disuelta en fase acuosa a fase orgánica, si es posible, es decir, si es relativamente más soluble en la fase orgánica.
Cómo utilizar un embudo de separación:
Llenado: para llenar el embudo de separación, retira el tapón y coloca un embudo normal en su lugar. Asegúrate de que el embudo de separación está alineado con el vaso de precipitados o matraz que haya debajo y de que la llave de paso está cerrada. Después, vierte las dos fases y vuelve a sustituir el embudo normal por el tapón.
Agitado: si el propósito es mover una sustancia de una fase a otra, se requiere mezclar. Una vez que las dos fases estén en el embudo, agitarlo suavemente hará que las fases se «mezclen» temporalmente, agrandando la superficie entre las fases y garantizando que existe la mayor superficie posible para que el compuesto de interés migre de una fase a otra. Al hacerlo, puede acumularse una presión ligeramente gaseosa; para evitar problemas, hay que ventilar el embudo.
Ventilación: es necesaria para que no se acumulen gases en el embudo de separación que puedan provocar la extracción no intencionada del tapón o del líquido. Mientras sostienes el tapón, gira con cuidado el embudo de separación de forma que el extremo puntiagudo apunte en dirección opuesta a las personas o al equipo de laboratorio. Continúa agitando y ventilando hasta que no escuches ningún sonido.
Llave de paso: la llave de paso es una válvula pequeña en la parte inferior del embudo de separación que se utiliza para ventilar el gas y para liberar lentamente una sola fase por vez en un recipiente nuevo.
Tapón: el tapón sirve para que el líquido permanezca dentro del embudo de separación si este se pone boca abajo, y para evitar salpicaduras.