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Músculo esquelético

El músculo esquelético es uno de los tres tipos de tejido muscular presentes en el cuerpo humano. Está unido a los huesos y es responsable del control voluntario del esqueleto. El tejido muscular esquelético está compuesto por células musculares esqueléticas, también conocidas como fibras musculares. Las células musculares esqueléticas son multinucleadas, alargadas y estriadas en apariencia.

El interior de una célula muscular esquelética está repleto de miofibrillas que contienen proteínas contráctiles (miofilamentos) que permiten las contracciones musculares. Las proteínas contráctiles están dispuestas en subunidades repetitivas conocidas como sarcómeros. Los sarcómeros dan a las células musculares esqueléticas su aspecto estriado cuando se observan con un microscopio de luz.

La sección transversal del músculo esquelético presenta una pila de cilindros rojos gruesos alineados paralelamente, llamados miofibrillas, empaquetados dentro de un tubo más grande y cubiertos por una fina capa rosada de sarcolema. Los cilindros de miofibrillas están rodeados por anillos de triadas de color azul claro, que consisten en túbulos T y cisternas terminales, y cada anillo está conectado por una red azul de retículo sarcoplásmico. Las esferas aplanadas, llamadas núcleo, se colocan debajo de la capa de sarcolema.

Figura 1: Célula de músculo esquelético.

Referencia: Blausen.com staff (2014). «Medical gallery of Blausen Medical 2014». WikiJournal of Medicine 1 (2). DOI:10.15347/wjm/2014.010. ISSN 2002-4436