Músculo liso
El músculo liso es un tipo de tejido muscular cuyas células no tienen estrías y están controladas por el sistema nervioso autónomo, que es el responsable del control involuntario de los órganos. La función del músculo liso a menudo se basa en un grupo de tejidos (un órgano) que se contraen/relajan como una sola unidad. Esto se logra gracias a los desmosomas, que evitan que los tejidos musculares se separen al contraerse. Los músculos lisos se pueden dividir en dos subgrupos diferentes según su disposición celular (imagen 1):
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Músculo liso unitario: formado por grupos de células interconectadas por uniones comunicantes, que son áreas de baja resistencia eléctrica, lo que permite la transmisión de potenciales de acción entre células para una contracción coordinada. Las motoneuronas pueden estimular más de una célula al mismo tiempo, lo cual da lugar a un gran control del movimiento. Sin embargo, el músculo liso unitario es miogénico, lo que significa que no necesita el estímulo de una neurona motora para contraerse. Este tipo de músculo también se conoce como «visceral», ya que se encuentra en las paredes de órganos huecos de los tractos digestivo y urinario, así como en el sistema reproductivo.
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Músculo liso multiunitario: cada célula es una unidad independiente y está inervada por al menos una neurona motora. Esto permite un control más fino de los movimientos, ya que las células se contraen de manera independiente. Además, este tipo de músculo liso es neurogénico, lo que significa que su contracción debe iniciarla una neurona del sistema nervioso autónomo. Estas células se encuentran principalmente en los vasos sanguíneos grandes, las vías respiratorias grandes que se dirigen al pulmón, los músculos del ojo (iris y pupila) y los músculos erectores del pelo.
Imagen 1: Subgrupos de músculo liso.