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Análisis espectrofotométrico

El enfoque general para el análisis espectrofotométrico es el siguiente:

1. Elegir la longitud de onda

De acuerdo con la Ley de Lambert-Beer, en cada longitud de onda, la absorbancia es proporcional a la concentración. La longitud de onda de la absorbancia máxima se selecciona de una muestra dada y se usa en las mediciones de absorbancia.

2. Planificar la gráfica de calibración

Para determinar la concentración de analitos en la muestra, se necesita una curva de calibración. Esta se prepara midiendo varias concentraciones para conseguir una gráfica lineal. Estas mediciones incluyen los niveles de concentración que son tanto más bajos como más altos que la concentración esperada del analito en la muestra real.

El eje x de la gráfica muestra la concentración de las soluciones estándar en M, moles; el eje y presenta la absorbancia en A, unidades de absorbancia. En la gráfica, puede verse la línea lineal, formada por cinco puntos experimentales unidos entre sí por una línea recta. Se muestran dos ecuaciones: la primera es igual a y = 2,00 x; la segunda es igual a A = 2,00c.

Figura 1: Curva de calibración.

3. Determinar la concentración de una muestra desconocida

Una vez que se ha generado la curva de calibración, se puede medir la absorbancia de cualquier solución desconocida a la misma longitud de onda y se puede leer su concentración a partir de la gráfica o calcularla a partir de la inclinación.

Es importante preparar un blanco de referencia siempre que se lleve a cabo una medición con el espectrofotómetro. El blanco de referencia es una solución que no contiene el analito que nos interesa.

El blanco de referencia sirve para calibrar el espectrofotómetro y para ajustar a cero la absorción del disolvente. Esto garantiza que el resultado se refiera solo al analito y no a cualquier otro compuesto del disolvente.


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