Axón gigante de calamar
Debido a su gran longitud, el axón gigante de calamar se convirtió en el modelo estándar para estudiar la transmisión de señales a lo largo del axón neuronal.
Estos axones se usaron por primera vez de manera célebre en los experimentos de los doctores Hodgkin y Huxley sobre el potencial de acción, que los llevaron a ganar el Premio Nobel. La especie Loligo forbesi les proporcionó estos axones gigantes, de alrededor de 500 μm de grosor, que les permitían insertar electrodos estimuladores en el lumen del axón.
En realidad, los axones de calamar más grandes que se han encontrado pertenecen a calamares de Humboldt y llegan a tener un diámetro de 1 mm. Tienen un aspecto característico similar al de los espaguetis.
Estos axones gigantes proporcionan algunas ventajas evolutivas a las especies de calamar que los portan. Esta neurona se ha relacionado con el movimiento de propulsión del calamar. Puesto que un diámetro mayor desencadena una transmisión de señal más rápida, estos animales ven aumentada la velocidad de su respuesta de huida cuando se enfrentan a una amenaza.