Técnica aséptica
La técnica aséptica o estéril se utiliza para garantizar un entorno «limpio» en el laboratorio. Es esencial para garantizar la fiabilidad de los resultados experimentales.
Las prácticas estériles son especialmente importantes cuando se trabaja con microorganismos. Una sola espora o una bacteria diminuta puede invadir todo el medio y arruinar nuestro experimento.
Los pasos siguientes garantizan la esterilidad del trabajo de laboratorio:
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Mantener cerradas las puertas y ventanas del laboratorio para evitar que las corrientes de aire transporten los microorganismos presentes en las superficies.
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Esterilizar el asa bacteriológica y la espátula de Drigalski antes y después de cada uso con un mechero Bunsen, para así evitar la introducción de microorganismos no deseados.
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Sostener los tapones de frascos y tubos cuando se quiten, en lugar de dejarlos sobre la mesa durante la transferencia de materiales de un frasco o tubo a otro.
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Calentar inmediatamente el cuello de frascos y tubos con un mechero Bunsen para que salga el aire.
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Abrir frascos y tubos durante el mínimo tiempo posible y, mientras estén abiertos, realizar cualquier tarea cerca de la llama del mechero Bunsen.
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Esterilizar los medios y el equipo para prevenir el crecimiento de microorganismos no deseados.
Imagen 1: A la izquierda, una placa de Petri contaminada; varias especies de hongos han crecido en esta placa de Petri. A la derecha, una técnica estéril para transferir material desde el frasco; se utiliza la llama del mechero Bunsen para esterilizar por calor el cuello del frasco.