Equilibrio térmico
El equilibrio térmico se produce cuando el cuerpo pierde una cantidad de calor equivalente a la que genera. De esta manera, la temperatura corporal se mantiene constante a lo largo del tiempo.
El cuerpo alcanza el equilibrio término con su entorno inmediato cuando su temperatura corporal se corresponde con la del aire, el agua o el suelo que lo rodea. Esto significaría que se está produciendo un intercambio de calor neto igual a cero con el entorno inmediato. Para mantener el equilibrio térmico con el exterior y por tanto la homeostasis térmica interna, el cuerpo puede modificar el nivel y el modo de intercambio de calor con el entorno. El cuerpo puede producir alteraciones en su sistema circulatorio para aumentar o reducir el intercambio de calor con el exterior. Se puede aumentar la temperatura interna mediante un método conocido como «producción de calor metabólico» o, en cambio, reducirla empleando el proceso conocido como «pérdida de calor por evaporación».