Viabilidad del hormigón fresco
La viabilidad del hormigón fresco puede definirse como la propiedad del hormigón de estar bien compactado y ser transportado, colocado y acabado de manera considerablemente fácil, sin segregación. Las características primarias de la viabilidad son la consistencia (o fluidez) y la cohesión. La consistencia se utiliza para medir la facilidad con la que fluye el hormigón fresco, y la cohesión, para describir su capacidad de retener todos los ingredientes sin que se segreguen y sin una exudación excesiva. Entre los factores que afectan a la viabilidad se encuentran el contenido de agua, la proporción de la mezcla de áridos, la propiedad y tamaño máximo de los áridos, el cemento, los aditivos, la temperatura ambiente y el tiempo. Los métodos de ensayo que suelen estar disponibles son 1) el ensayo de cono de Abrams, 2) el ensayo del factor de asentamiento y el 3) ensayo Vebe.
La siguiente tabla muestra la correlación entre los resultados de los ensayos de viabilidad bajo diferentes grados para las aplicaciones del hormigón correspondientes.
Tabla: Correlación entre ensayos de viabilidad.