Prueba de tolerancia
La tolerancia inmunitaria es el proceso de entrenar al sistema inmune para que no establezca una respuesta inmune ante tejidos y a células normales y sanos de su propio cuerpo.
Esto se consigue exponiendo las células B y T candidatas a una serie de antígenos y, a continuación, modificando o eliminando aquellas que tengan una respuesta inapropiada.
La prueba de tolerancia puede dividirse en dos fases:
- Central, en la cual las células aprenden a diferenciarse entre antígenos propios y no propios, y
- Periférica, en la cual las células aprenden a no reaccionar desproporcionadamente ante antígenos de entidades benignas o provechosas.
Figura 1: Resultados de la prueba de tolerancia de células inmunes.
Prueba de tolerancia central
Durante este paso, las células que se unen con demasiada fuerza a los autoantígenos presentados son eliminadas del repertorio inmune por muerte celular inducida, anergia o, en el caso de algunas células B, provocando un reordenamiento del gen receptor para crear una nueva versión expresable.
Prueba de tolerancia periférica
Durante este proceso, cualquier célula B o T autorreactiva que pueda haber sobrevivido a la prueba central, se elimina. A veces, realmente las células solo encuentran un gran volumen de antígenos una vez que han emigrado de los tejidos primarios. Estas células suelen eliminarse rápidamente en los tejidos periféricos.
Deleción clonal es el término que se aplica a la eliminación de células B que se unen estrechamente al antígeno en los tejidos periféricos y que luego pasan por la apoptosis. No hay oportunidad de que las células recoloquen sus genes en este paso: simplemente se eliminan.